Cuando navegas por una web, puedes encontrarte con mensajes raros como un HTTP error 401 o el clásico 401 unauthorized. Ya sea tú o un bot de Google cotilleando por ahí, estos errores surgen cuando algo falla en el acceso. Y sí, suenan como cosas de Matrix, pero en realidad son códigos que lanza el servidor, también conocidos como status codes, para decir: “oye, aquí pasa algo y no puedes entrar”.
Estos numeritos, llamados códigos de estado HTTP, básicamente le dicen al navegador (o al bot) si una petición ha salido bien o si algo ha fallado por el camino. Y aunque parezca cosa de técnicos, afectan directamente al usuario… y al SEO.
Si ves que tu web tiene muchos problemas que no logras entender, nosotros podemos detectarlos mediante una auditoria de SEO técnico y arreglarlos
Qué es el error 401
El status code 401 (también conocido como 401 HTTP o simplemente 401 error) es un código que indica que no tienes permiso para acceder a un recurso sin autenticarte.
Suena más serio de lo que es (aunque sí, molesta bastante). Básicamente, es el típico caso de “¿tú quién eres y por qué estás intentando entrar aquí sin permiso?”. Es un error que lanza el servidor cuando alguien intenta acceder a una página que está protegida, y no ha metido bien las credenciales… o directamente no ha metido ninguna.
Lo que pasa es que el servidor le dice al navegador: “vale, para entrar aquí necesito que me digas quién eres”, y lanza un aviso para que pongas tu usuario y contraseña. Si no lo haces, o los pones mal, pues… acceso denegado.
Normalmente, antes de llegar a esa página de error, aparece una ventana de inicio de sesión. Si metes bien tus datos, entras. Si no, te lleva directamente al error 401.
Esto se usa mucho cuando los dueños de la web quieren que ciertas páginas sólo sean accesibles para usuarios autorizados, como cuando están trabajando en algo que aún no está listo para mostrar al mundo o simplemente quieren mantenerlo privado.
Este tipo de protección se suele usar cuando se quiere limitar el acceso a partes específicas de una web que no están listas para ser públicas. Si te interesa entender más sobre cómo se organiza una web desde cero (y cómo afecta al SEO), echa un vistazo a este artículo sobre qué es un dominio web.
Cómo arreglar el error 401
Antes de volverte loco con este molesto HTTP 401, vamos a ver las soluciones más comunes para resolver un status code 401 de forma rápida y sin dramas.
Verificación de credenciales
Primero de todo: asegúrate de que has iniciado sesión con el usuario y la contraseña correctos. Porque a veces, por muy convencido que estés, igual te comiste una letra sin darte cuenta (o el maldito bloqueo de mayúsculas está encendido, que también pasa…).
Ahora bien, si estás segurísimo de que has puesto los datos bien y aun así no hay manera, prueba a cambiar la contraseña. Puede que algo haya fallado por ahí, o que tu cuenta se haya quedado pillada.
Y si lo que estás intentando es entrar a un WordPress que está protegido con contraseña, ten a mano las instrucciones para cambiar la contraseña del administrador. Nunca está de más saber cómo hacerlo, sobre todo si no quieres quedarte fuera de tu propia web como si fueras un intruso.
Eliminación de cookies y caché para resolver problemas de autenticación
A veces, el error 401 no tiene nada que ver con contraseñas mal puestas. Puede ser algo tan simple (y molesto) como que el navegador tenga la caché o las cookies hechas un lío. Si están corruptas o caducadas, el servidor puede volverse loco y no dejarte entrar, aunque estés metiendo bien los datos.
Lo que puedes hacer en ese caso es algo tan básico como limpiar la caché y las cookies. Ya sabes, darle un reseteo rápido al navegador para que se espabile. Si usas Google Chrome, es muy fácil. Te dejo los pasos:
- Haz clic en los tres puntitos de la esquina superior derecha (sí, esos).
- Ve a Configuración y luego entra en el apartado de Privacidad y seguridad.
- Busca la opción que dice “Borrar datos de navegación”.
- En el desplegable donde pone «Intervalo de tiempo», selecciona “Todos” (vamos a hacer limpieza a fondo).
- Marca las casillas de Cookies y otros datos de sitios y Archivos e imágenes en caché.
- Y por último, dale a “Borrar datos”. ¡Listo!
Después de eso, intenta otra vez acceder a la web. Con suerte, el error habrá desaparecido.
Si usas otro navegador (Firefox, Edge, Safari, el que sea), también puedes hacer lo mismo. Y si no sabes cómo, échale un vistazo a un tutorial para borrar la caché según tu navegador, que te lo explica paso a paso.
Restablecimiento de contraseñas
Si el error 401 está saliendo porque has metido mal la contraseña (sí, puede pasar), lo más fácil es cambiarla directamente. Todos los sitios web tienen alguna opción tipo “¿Olvidaste tu contraseña?”, así que no es ningún drama.
Y oye, no serías la primera persona que jura que su contraseña es la correcta… y resulta que no lo es. Nos ha pasado a todos. A veces el dedo se escapa, te confundes de cuenta o simplemente el navegador recuerda otra cosa.
Lo bueno es que cambiar la contraseña suele ser rápido y muchas veces es la forma más directa de quitarte el error de encima sin complicarte la vida.
Comprobación de los encabezados
Vale, si te estás encontrando con un error 401 y ya has probado lo típico (contraseña, cookies, etc.) y sigue ahí como una piedra en el zapato, puede que haya que mirar un poco más “bajo el capó”. Según los de la IETF (sí, esos que se encargan de que todo esto funcione), cuando un servidor lanza un 401, también tiene que enviar una cabecera llamada WWW-Authenticate.
¿Y eso qué es? Pues básicamente, es una nota que el servidor le manda al navegador diciendo qué tipo de autenticación necesitas para entrar en esa página. Puede ser algo tan simple como usuario y contraseña… o algo más enrevesado.
Si quieres ver qué está pasando exactamente, puedes comprobar esa cabecera tú mismo. Si usas Google Chrome, sigue estos pasos:
- Accede a la página que te está dando el 401.
- Haz clic derecho y dale a «Inspeccionar», o pulsa Ctrl + Mayús + J para abrir la consola de desarrollador.
- Ve a la pestaña Red (Network) y recarga la página.
- Haz clic sobre la línea que tenga el estado 401.
- En la pestaña Cabeceras, busca la parte que dice WWW-Authenticate en los encabezados de respuesta. Ahí verás qué tipo de autenticación está usando la página.
Por ejemplo, si te aparece algo como «Basic», significa que lo único que pide el servidor es un nombre de usuario y una contraseña normales.
Contacto con el administrador del sitio
Si ya has probado todo lo anterior y el maldito error sigue ahí… pues oye, igual el problema no está en tu lado, sino en el servidor.
En ese caso, lo mejor que puedes hacer es contactar con el soporte técnico del sitio web. O, si se trata de tu propia web, con la agencia que te esté ayudando con el SEO. (Y si no tienes una… Aquí tienes a tu Agencia SEO para ayudarte).
Ahora bien, antes de escribirles, asegúrate de haber hecho todas las pruebas que te hemos contado antes (borrar caché, revisar contraseña, inspeccionar cabeceras…). Porque lo más probable es que lo primero que te digan sea: “¿Has probado a apagar y encender?” pero versión web.
Así que mejor adelantarse, hacer los deberes y luego contactar con ellos con todos los pasos ya hechos. Te ahorrarás tiempo y alguna que otra ida y vuelta innecesaria.
- Usa un gestor de contraseñas: de verdad, esto es un antes y un después. Te olvidas de andar recordando contraseñas imposibles y puedes cambiarlas rápido si hace falta. Todo organizado y seguro.
- Actualiza tus contraseñas de vez en cuando: no te digo que lo hagas cada semana, pero sí que no te quedes con la misma clave desde 2012. No soluciona el error 401 directamente, pero oye, mejor prevenir que lamentar.
- No compartas tus credenciales: suena básico, pero se nos olvida. Esa contraseña que usas tú y “solo tú”… que no acabe rulando por el grupo de WhatsApp.
- Mantén tu navegador actualizado: puede parecer una tontería, pero muchas veces las actualizaciones traen mejoras de seguridad que evitan errores tontos.
